martes, 31 de julio de 2012

SALUD Y BUENA ONDA - 2a Parte



SALUD Y BUENA ONDA - 2a Parte





La primera riqueza es la salud.

Mano lavada, salud bien guardada.

La única manera de conservar la salud es comer lo que no quieres, beber lo que no te gusta, y hacer lo que preferirías no hacer.

Un hombre no está bien hasta que sea feliz, sano, y próspero; y la felicidad, la salud, y la prosperidad son el resultado de un ajuste armonioso del interior con el exterior del hombre.

Si alguien busca la salud, pregúntale si está dipuesto a evitar en el futuro las causas de la enfermedad; en caso contrario, abstente de ayudarle.

El sol, el agua y el ejercicio conservan perfectamente la salud a las personas que gozan de una salud perfecta.

La libertad y la salud se asemejan: su verdadero valor se conoce cuando nos faltan.

Mejor es la salud que nunca se perdió. La salud no es conocida hasta que es perdida.

Cinco minutos de sol al día, te darán salud.

Un día entero de sol, te gana una flor de insolación.

Aumentando los ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! cada día tendremos salud, salud, salud.

Parece probado que en la vida se triunfa gracias a tres factores: la salud, la inteligencia y el carácter, añadamos un cuarto factor; un poco de suerte.

No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder.

Come poco y cena menos, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago.

El buen humor es síntoma de salud mental.

Los médicos trabajan para conservarnos la salud, y los cocineros para destruirla, pero estos últimos están más seguros de lograr su intento.

Por muchas riquezas que el hombre posea y por grandes que sean la salud y las comodidades que disfrute, no se siente satisfecho si no cuenta con la estimación de los demás.

La vida carece de valor si no nos produce satisfacciones.



 



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